Recuerdos de la Peña

Fotografía: Raúl García Ledezma

La primera vez que conocí "Peña de Bernal" fue acompañado de mis padres, Atanacio García y Consuelo Ledezma y de mi familia, mi esposa Rosa, mis hijos Jackie y Rodrigo y mi hermana Ofelia.

Mi madre todavía tenía el animo que siempre le conocí hasta poco antes del final de sus días, caminaba despacio. "Estas rodillas Raúl no me dejan caminar" era su única queja aunque yo sabía que ese dolor de rodillas que siempre menciono lo traía ahí pegado, formaba parte de ella, lo aceptaba como parte de la vida, me enseñaba también que hay que aprender a lidiar con los males.  Ahora entiendo que si me había enseñado a vivir, también me estaba enseñando a morir.

Vienen a mi mente todas esas terapias que tomo con el ánimo de que ese dolor de huesos desapareciera, mis hermanas Ofelia, Silvia y Estela procuraban llevarla a sus citas en el Crit de San Juan del Río. Cuando estaba en el Ciudad de México, mis hermanos Arturo, Jesús y yo nos encargábamos de llevarla a tomar sus ejercicios ahí por la colonia Lindavista, siempre estaba dispuesta, cuando pasábamos a su casa ella ya estaba lista, arreglada y presurosa para sus terapias. Nunca se dejo, siempre acudía al doctor y ni que mencionar la cantidad de medicinas que le administraban y ella pendiente siempre de tomarlos a la hora y por el tiempo indicado.

Mi mamá falleció dos años después de la primer vez que conocí la Peña de Bernal, la recuerdo y siempre la recordaré con su pelo completamente blanco, sus lentes, sus aretes, su anillo, su alegría, las pláticas que teníamos y su bastón de agua.

Por las calles de la Peña de Bernal
Fotografía: Raúl García Ledezma